El daño cerebral adquirido es una de las principales causas de discapacidad en España. Este tipo de lesión cerebral está provocado por accidentes cerebrovasculares o ictus, que pueden ser isquémicos (la interrupción del flujo sanguíneo en una zona del cerebro, que queda dañada) o hemorrágicos (cuando un vaso sanguíneo del cerebro se rompe); traumatismos craneoencefálicos; o tumores cerebrales. Causas menos frecuentes son las lesiones producidas por infección (como las meningitis) o anoxia (falta de oxígeno en el cerebro).
Se calcula que en España viven unas 420.000 personas que sufren lesiones por daño cerebral adquirido, en su gran mayoría traumatismos craneoencefálicos originados por accidentes de tráfico. Un número que crece año tras año ya que, gracias a los avances médicos, cada vez es mayor la tasa de supervivencia de los afectados. Las consecuencias más habituales son problemas en el control motor (la paralización de una parte del cuerpo, los problemas para tragar o la rigidez muscular), los cambios en la personalidad, la dificultad para relacionarse, los problemas emocionales y el deterioro cognitivo.
El reto de la recuperación cognitiva en el daño cerebral
La rehabilitación de los afectados por daño cerebral adquirido se centra en recobrar el máximo de funciones y habilidades posibles. Es habitual, por tanto, que realicen recuperación física y terapia psicológica.
Un área de rehabilitación muy importante es la referente al deterioro cognitivo. Muchas personas sufren alteraciones de memoria, problemas de atención, trastornos de la percepción, problemas de lenguaje, problemas de cálculo y de razonamiento abstracto, etc. que dificultan su integración sociolaboral y afectan de manera negativa su autoestima. Además, dependen de cuidadores, no pueden realizar muchas tareas cotidianas o deben dejar la profesión que desempeñaban antes de sufrir el episodio.
La recuperación de las personas con daño cerebral puede durar meses o años y hay que acudir con frecuencia al centro de salud
La rehabilitación cognitiva busca remediar o aliviar los déficits cognitivos que surgen tras una afección neurológica.